lunes, 27 de abril de 2020

NUNCA DIGAS

Por costumbre, hay cuatro palabras que se utilizan sin cuidado ni rigor.




Estas son “todo”, “nada”, “nunca” y “siempre”.
Son los superlativos categóricos del pensamiento (y del lenguaje), y se emplean para aumentar el sentido de una expresión o enunciado. Pero, en vez de eso, deforman los hechos.
“Nunca piensas en mí”.
“He dado todo por este país”.
“Siempre estaré a tu lado”.
“No tengo nada qué ocultar”.
A estos ejemplos seguramente pueden agregarse otros miles. Si ponemos atención a las conversaciones oídas al paso, comprobaremos el uso y abuso de estas expresiones mal pensadas y desmedidas.
En la vida cotidiana, sin embargo, son aceptables y no suenan tan mal. Pero a nivel profesional deberían estar prohibidas por su falta de precisión y pobreza expresiva. En el trabajo de un periodista o un escritor resultan imperdonables si no se justifican; en el científico, ni siquiera se escriben.
He intentado capturar mi curiosidad sobre este asunto en una coplita que compuse; se las comparto.
“Nunca… siempre… nada… todo…”
De nuestras bocas angostas
brotan palabras a modo
como plaga de langostas.
En mi largo itinerario
no les fiaré ni una mueca.
Su sentido literario
es sólo cáscara hueca

lunes, 20 de abril de 2020

lunes, 13 de abril de 2020

QUE............*

Me decia despues de un rato en la ventana
Estoy viendo como pasa la vida, los niños jugando, y los ancianos esperando, ¿a qué?, pobrecillos, obsevan la vitalidad, la alegria, pero todo tiene su fin, entre el principio y el fin, hay un camino de rosas y espinas , de aprendizaje, aunque la lección en muy larga, y cuando crees que lo aprendiste todo, ya no queda tiempo para practicar.
¿Y porque no hacemos las practicas sin dejar de aprender?estando unidos, todos, porque todos nacemos, crecemos y morimos, todos, es todos, animales, plantatas y humanos, no lo ignoramos, no sabemos como será nuestra vida, ni cuando moriremos, solo eso, los animales nos dan ejemplo, ¿NO NOS HACE PENSAR
                              

lunes, 6 de abril de 2020

ESCUCHALA *

No es momento de culpabilizar, pero el bichejo, si, ¿esto es la guerra de siglo XXI?